El polvo desecado del cartílago de tiburón es un producto de origen natural, es consumido como suplemento nutricional; se le han adjudicado diversas propiedades benéficas en los tratamientos de distintas enfermedades relacionadas a las articulaciones.
El cartílago de tiburón se compone de células, una parte extracelular que contiene colágeno, y glucosaminoglucanos (como la condroitina y el ácido hialurónico).
Algunas acciones biológicas que se atribuyen al cartílago de tiburón y que se encuentran en la literatura especializada son:
Antiangiogénica
Judah Folkman y su grupo de trabajo identificaron un factor angiogénico en los tumores sólidos, el cual estimula su multiplicación; también de los capilares y lleva a facilitar la vascularización de la masa tumoral y con ello su crecimiento. Más tarde se encontró un factor antiogénico en el cartílago de tiburón 100 000 veces mayor en comparación con el de bovino, y se ha demostrado que a pesar de su tratamiento con calor no afectaba la acción de este factor inhibidor de angiogénesis. Se ha determinado que el inhibidor anti-angiogénico es el compuesto denominado U-995.
Reguladora del crecimiento neural
En el sistema nervioso intervienen sustancias que regulan los procesos de diferenciación celular y crecimiento. F. Lafont y otros científicos, publicaron un estudio del efecto de proteoglucanos y glucosaminoglucanos en el crecimiento y morfología de neuronas; más tarde otros investigadores demostraron efectos en el crecimiento axonal que no se presenta con otros tipos de cartílago como el bovino o el de calamar.
Analgésica y desinflamatoria
En ensayos clínicos cubanos con cartílago de tiburón para el tratamiento de pacientes con cáncer avanzado refractario; se observó el alivio del dolor e pacientes con cáncer de próstata y mama con metástasis en un 34 y 37% respectivamente.
Antimutagénica y activadora de la respuesta inmune:
El cartílago de tiburón actúa protegiendo las lesiones contra el ADN además de que favorece la respuesta inmune.
Antipolipemiante
Algunos autores japoneses han estudiado el condroitin sulfato obtenido del cartílago de tiburón sobre la aterogénesis en conejos, demostrando que tuvieron reducciones de colesterol del tipo LDL (colesterol malo).