Cuidar la piel para que se encuentre en óptimo estado de hidratación no sólo reporta beneficios en el aspecto de la piel, sino también una mejora en el desempeño de sus funciones. Por ello es importante la utilización de cosméticos hidratantes que nos permitan mantener los niveles de hidratación deseables.
La piel es un órgano que para mantener su elasticidad y conservar la integridad de su función de barrera necesita el agua como componente esencial. El contenido de agua en la piel joven es de entre el 10 y el 20% del contenido total de agua del organismo.
Piel deshidratada
Este tejido mantiene su humedad gracias al agua procedente de las capas más profundas y a la secreción normal del sudor. Debido a diversos factores, por ejemplo, la falta de sustancias que retengan el agua, la sequedad excesiva del aire o una función barrera dañada, puede verse aumentada la pérdida de agua hacia el exterior.
Por debajo del 10%, la piel se seca, se vuelve más frágil, áspera, apagada y más expuesta a enfermedades cutáneas. El déficit de agua también hace más visible las arrugas.
La piel deshidratada se muestra apagada, rugosa, tirante y falta de flexibilidad. Puede también producir sensación de tirantez y presentar escamas diseminadas por toda su superficie y arrugas finas (estrías de deshidratación), apareciendo a menudo, picor y escozor. La manifestación de esta deshidratación cutánea se denomina xerosis.
Como mantener la hidratación de la piel
Las preparaciones cosméticas más comúnmente utilizadas en hidratación de la piel son de presentación acuosa, por sus mejores características sensoriales y porque liberan agua hacia la piel. Aunque en menor grado, y con preferencia en pieles muy secas, también se utilizan preparados de oleosos, ya que forman una capa que retrasa la pérdida de agua a través de la piel
Otras sustancias captadoras de agua :
Entre ellas cabe destacar el ácido hialurónico presenta propiedades hidratantes y los hidrolizados de colágeno, elastina y glucosaminoglicanos, además de absorber la humedad del ambiente y retenerla, también ayudan a cubrir las rugosidades.
Vitamina F. Es un aceite rico en los ácidos grasos poliinsaturados linoleico, linolénico y araquidónico. Estos ácidos mantienen la integridad de la piel, su carencia produce alteraciones en la queratinización.
Aceite de rosa mosqueta. Se obtiene de las semillas de Rosa rubiginosa. Es rico en vitamina F. Además de hidratante también es regenerador cutáneo y un estupendo cicatrizante.
Fuente consultada:
M. José muñoz. Hidratación cutánea. Estética y salud. Ámbito farmacéutico. Dermofarmacia. Vol 27. núm 11. diciembre 2008.
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