El resveratrol es un polifenol natural presente en numerosas plantas y frutos como cacahuetes, moras, arándanos y, sobre todo, en la uva y el vino tinto.
¿Cómo se forma el resveratrol?
La síntesis de resveratrol está condicionada por la presencia de factores estresantes, tales como la contaminación fúngica o la radiación ultravioleta en las bayas.
En las plantas actúa como fitoalexina, es decir, posee la capacidad de inhibir el progreso de ciertas infecciones.
Primeros usos en humanos
La medicina antigua ha utilizado extractos de plantas que contienen resveratrol desde hace más de 2.000 años y hace más de 30 años que se aisló y se comenzaron a estudiar sus propiedades con métodos científicos.
Su presencia se reportó por primera vez en el vino tinto, y desde entonces se le cree responsable de la “Paradoja Francesa”
La paradoja francesa es el fenómeno descrito en 1992 en el que se observó que en ciertas poblaciones en las que a pesar de sus dietas altas en grasas saturadas existían bajos índices de enfermedad cardiovascular debido al consumo frecuente de vino.
El efecto benéfico del vino tinto se da con su consumo de leve a moderado, con un máximo de 300 ml por día. El contenido de resveratrol en 150 ml de vino tinto es de 0.29 a 1.89 mg aproximadamente.
Propiedades del resveratrol:
Cardio protector
Estos efectos son: reducción de la agregación plaquetaria, vasodilatación y aumento del óxido nítrico; actividad antioxidante y disminución de la acumulación de colesterol.
Neuro protector
Se ha visto que previene la muerte neuronal y su daño a partir de los antioxidantes. Además, la protección cardiovascular que ofrece el resveratrol contribuye a la neuro protección y en numerosos estudios se ha visto que el tratamiento con resveratrol disminuye marcadamente el daño cerebral.
Anticancerígeno
Está documentado en la literatura que una dieta rica en frutas y vegetales reduce el riesgo de padecer cáncer. Se cree que los polifenoles de estos alimentos están dentro de las sustancias responsables de esta reducción, porque han demostrado ser agentes protectores en estudios.
Estas propiedades y algunas más se continúan estudiando en diferentes países del mundo con la finalidad de aprovechar este tipo de moléculas e incluso de crear formas farmacéuticas que contribuyan a mejorar la salud de la población y a mejorar la calidad de vida en diferentes enfermedades.