El ajo (Allium sativum L.) es una especie originaria de Asia central. Desde tiempos inmemoriales se utilizan los bulbos, tanto para su uso culinario como por sus propiedades terapéuticas. Fue conocida por las culturas mediterráneas y en la Edad Media lo utilizaron para combatir la peste. Más tarde se conoció en el continente americano y en la actualidad se cultivan diversas variedades de ajo en numerosos países del mundo; como España, Italia, Egipto, Argentina, México, Estados Unidos, China, India, entre otros.
El ajo se ha utilizado desde la antigüedad tanto por sus aplicaciones culinarias como por sus múltiples propiedades medicinales. Actualmente, de acuerdo con numerosas investigaciones se puede considerar que el ajo puede ser eficaz en la prevención y tratamiento de la aterosclerosis; debido a su efecto positivo en la normalización de los valores de lípidos, la reducción moderada de la presión arterial y otros beneficios que se describen a continuación:
Beneficios del consumo de ajo sobre la salud
Actividad antioxidante.
El ajo es eficaz para inhibir la formación de radicales libres; además de que refuerzan el mecanismo de captación de radicales gracias al aumento de las enzimas antioxidantes celulares (ejemplo glutatión). Se ha considerado que la actividad antioxidante del ajo sería la principal responsable del efecto cardioprotector y se sugiere que el efecto antioxidante es dependiente de la dosis y el tiempo.
Actividad hipolipemiante y antiaterogénica.
Disminuye los valores de colesterol total y de LDL y entre los mecanismos de acción propuestos se incluye la inhibición de la creación del colesterol.
Actividad antiplaquetaria
El ajo contiene más de un inhibidor de la agregación y de la liberación plaquetaria. Esto resulta benéfico para evitar la formación de coágulos que puedan causar bloqueos en nuestros vasos sanguíneos y con ello causar problemas graves a la salud. Esta formación anormal de coágulos se presenta en ciertas enfermedades.
Actividad antihipertensiva del ajo
Efecto hipotensor del ajo, generalmente utilizado en dosis de 600-900 mg/día, se debe a su efecto vasodilatador, esto contribuye a la actividad antihipertensiva y a los efectos protectores de los vasos sanguíneos.
Actividad inmunomoduladora.
Aumentan la inmunidad, la estimulación de la proliferación de linfocitos y la fagocitosis de macrófagos, así como la estimulación de la liberación del interferón gamma todos importantes dentro del sistema imunológico.
El ajo (Allium sativum) es uno de los fitofármacos más importantes que pueden utilizarse dentro de la alimentación diaria, debido a que tiene múltiples actividades biológicas demostradas utilizables en diferentes enfermedades. Entonces su consumo ya sea de manera natural o a través de un suplemento brinda al organismo humano múltiples beneficios a la salud.