Un gran número de estudios muestran que el ejercicio vigoroso puede desencadenar sensaciones de felicidad, tranquilidad, euforia y creatividad.
Estas sensaciones pueden durar desde unos cuantos minutos hasta varia horas después de haber realizado actividades físicas. Cuando se realizan actividades físicas fuertes el cerebro produce sustancias llamadas endorfinas.
LAS ENDORFINAS
Son sustancias naturales que crea nuestro cerebro, su principal acción es bloquear los detectores del dolor en el cerebro. Regularmente cuando nos golpeamos sentimos dolor, pero después de unos segundos el dolor desaparece o se atenúa, esto debido a la acción de nuestro cuerpo reaccionando al dolor liberando endorfinas. Aunque no se tiene una idea clara de cómo se elevan los niveles de endorfinas parece ser que el ejercicio vigoroso puede elevarlas de manera natural durante varias horas
Hay quienes dudan de esta posibilidad y opinan que el ejercicio provoca una mejoría del estado de ánimo debido a otras razones; primero propone que simplemente mejora nuestro carácter como resultado de la satisfacción que alcanzamos al lograr una meta.
Segundo, se sugiere que el ejercicio nos distrae del estrés diario; En un estudio con 150 corredores se encontró que se sintieron mejor después del ejercicio; los que habían puesto su atención en el paisaje que aquellos que habían pensado en sus relaciones personales.
Sin embargo, hay muchas otras actividades que nos dejan una sensación de logro o que nos distraen sin producirnos el mismo bienestar que el ejercicio, como escuchar música, comer nuestro alimento favorito, ganar un premio, etc.
Se ha sospechado que lo que verdaderamente nos mejora el estado de ánimo al hacer ejercicio es el aumento de la temperatura corporal, ya que este efecto ha sido notado en las personas que toman saunas sin hacer ejercicio.
Hay también opiniones acerca de que no es el ejercicio en sí lo que nos hace sentir bien, sino el lugar en el que lo hagamos; se ha demostrado que aquellos que realizan ejercicios al aire libre experimentan un mejoría en el estado de ánimo; mayor que quienes realizan ejercicios en lugares cerrados.
Esto indicaría que para incrementar la sensación de bienestar quizá no se trata tan sólo del tipo de ejercicio que se realice; sino también del lugar en el que éste se lleve a cabo.
La idea de que las endorfinas son las responsables de que el ejercicio nos procure una sensación de bienestar; euforia y hasta felicidad es quizá una combinación de factores psicológicos y fisiológicos como lo muestran algunas de las pruebas anteriormente mencionadas.
Tal vez eso explique porque todos tenemos un amigo que no sale del gimnasio o que no puede dejar pasar un solo día sin ir a correr. después de todo, es común que la gente experimente cierta plenitud después de hacer ejercicio.