Las proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida, son imprescindibles para el crecimiento, la regeneración de los tejidos y para el funcionamiento del sistema inmune. Estructuralmente son cadenas de aminoácidos como las perlas de un collar. Existen algunos aminoácidos que el cuerpo no es capaz de sintetizar, por eso se llaman esenciales y deben ser aportados a través de la dieta; (fenilalanina, leucina, lisina, isoleucina, metionina, treonina, triptófano y valina).
Para que el metabolismo funcione correctamente debemos añadir proteína a la dieta y esta debe ser variada, ya que no todos los alimentos contienen el mismo tipo de aminoácidos, algunos alimentos son deficientes en aminoácidos, por ejemplo: frijol y garbanzo: limitantes en metionina, maíz: limitante en triptófano y lisina.
Las proteínas de origen animal son preferidas por quienes buscan un desarrollo físico acelerado; ya que contienen una mayor cantidad de aminoácidos de cadena ramificada (BCAAS)
Las proteínas de origen vegetal contienen toda la gama de aminoácidos que se requieren para el mantenimiento de la vida y también cuentan con BCAAS solo que en menor cantidad, con lo que su aporte nutricional será incompleto si no se combinan distintas fuentes de alimentos entre sí. Por otro lado se consideran un alimento saludable ya que no contienen residuos de sustancias propias del metabolismo del animal de procedencia.
La proteína animal presenta mejor valor biológico que la vegetal, sin embargo, contiene más grasas y colesterol. Los productos vegetales aportan muy poca grasa y mucha fibra, que hace más recomendable su consumo.
Las proteínas de origen vegetal más recomendadas son:
Proteína de chícharo.
Contiene la fibra que ayuda a controlar el colesterol; alto contenido en lisina, ayuda a estimular el sistema inmune y produce señales de saciedad comparables con proteína animal.
Proteína de garbanzo.
Digestibilidad de hasta 94,9%, es muy rico en varios nutrientes, compuestos bioactivos y antioxidantes; también cuenta con una gran cantidad de compuestos fenólicos y ácidos oleicos, omegas 3 y 6, que combaten el colesterol.
Proteína de amaranto.
El amaranto cuenta con una proteína de excelente calidad; ya que es la única entre los vegetales de su tipo que contiene todos los aminoácidos esenciales, ayuda a la disminución de niveles de colesterol
Proteína de arroz.
El arroz tiene muy buena digestibilidad y además está libre de alérgenos (Hipoalergénica); por lo que esta proteína está indicada especialmente para las personas que sufren intolerancia a los productos lácteos, a los huevo, a la soja o al gluten.
Harina de quinoa.
Ayuda a mantener la normalidad de los niveles de glucosa, provoca sensación de saciedad.
La mezcla de estas proteínas, adicionada con prebióticos, como la inulina de achicoria, nos proporciona una mezcla muy nutritiva y de sabor agradable.
Inulina de achicoria. Prebióticos para mejorar la función intestinal, auxiliar en la disminución de colesterol y triglicéridos
La proteína vegetal la pueden consumir personas intolerantes a la lactosa, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, porque se digieren y asimilan fácilmente. Personas que deseen desarrollar masa muscular pueden estar tranquilas, ya que como mencionamos anteriormente; mientras sean combinaciones de proteína vegetal se puede formar una proteína muy completa y con gran aporte al igual que una animal.
Redactado por: L.N. Josue Montero Yedra