En todo el mundo se investigan y caracterizan fuentes no convencionales de proteína de origen vegetal que incrementen el valor nutricional de los alimentos. En los últimos años, la pepita de calabaza (C. pepo) ha recibido considerable atención debido a su alto contenido de lípidos y proteínas, así como por sus propiedades farmacológicas, tales como antidiabética, antifúngica, antiinflamatoria, antioxidantes
Proteínas
El valor biológico está condicionado por las diferentes velocidades de recambio de aminoácidos en los distintos tejidos, y por consiguiente no es una constante, sino que es influido por la especie, la edad y el estado fisiológico del individuo. En estudios realizados, se señala que la harina de pepita de calabaza presentó un menor contenido de aminoácidos (AA) en comparación con la harina de garbanzo. Sin embargo, la relación del porcentaje de aminoácidos esenciales totales (43.27%), fue superior al 36% valor que se considera adecuado para una proteína ideal (FAO, OMS, 1990).
Grasas
El estudio del perfil de ácidos grasos en las principales fuentes de lípidos de la dieta, es de gran importancia, ya que numerosas investigaciones epidemiológicas y experimentales han establecido una relación entre el consumo de ácidos grasos saturados y una elevada concentración de colesterol en plasma durante el desarrollo de la arteriosclerosis coronaria y la mortalidad por infarto.
El contenido de ácidos grasos presente en el aceite de la pepita de calabaza (C. pepo) cultivadas en México, fue determinado y los resultados muestran que los principales ácidos grasos del aceite son: el linoleico, seguido por el oleico; el total de ácidos grasos insaturados es de 75.5%, mientras que el total de ácidos grasos saturados constituye el 24.5 %. El contenido de ácido linoleico fue de 43.1% y del ácido oleico fue de 32.4 por ciento.
Beneficiós de la pepita de calabaza
La actividad farmacológica de un compuesto o de un alimento es el conocimiento de las acciones y las propiedades de manera que puedan ser prescritos y aplicados, con la máxima seguridad. Al aceite de pepita de calabaza se le han atribuido muchos beneficios de salud.
Uno de los beneficios del aceite de pepita es la inhibición del crecimiento y la reducción del tamaño de la próstata. También hay evidencia de que puede retardar la progresión de la hipertensión, mitigar la el colesterol elevado y la artritis.
La reducción de la presión uretral se ha relacionado con los componentes lipídicos de la pepita de calabaza, además se ha utilizado para aliviar la diabetes mediante la promoción de la actividad hipoglucémica.
Vitaminas en la pepita de calabaza
Se ha encontrado que el aceite de pepita de calabaza proporciona una fuente importante de vitamina E (tocoferol) en las dietas japonesas. Las dietas altas en semillas de calabaza se han asociado también con niveles más bajos de desarrollo de cáncer gástrico, mama, pulmón y colorectal. También hay beneficios potenciales para la salud que pueden obtenerse de los distintos pigmentos de origen carotenoide encontrados en el aceite de pepita de calabaza a estos se le ha relacionado con la prevención del cáncer de próstata.
Las propiedades antioxidantes de los tocoferoles podrían desempeñar un papel significativo en los efectos terapéuticos del aceite de pepita de calabaza. Se encontró que el aceite de pepita de calabaza asada contiene altos niveles de a y tocoferol que el aceite de girasol tostado.
Es una fuente natural de vitamina A y del llamado complejo vitamínico E, de importancia en el desarrollo del sistema nervioso fetal. Su contenido en coenzima Q es importante en activación de macrófagos, aportando un efecto inmunoestimulante no específico. La vitamina E ejerce una acción protectora sobre hormonas, enzimas, vitaminas y lípidos de la destrucción oxidativa; habiéndose también demostrado su rol en inhibir el desarrollo del adenoma prostático.