La diabetes mellitus es un grupo de enfermedades caracterizadas por concentraciones elevadas de glucosa en la sangre resultantes de un defecto en la secreción de insulina, en la acción de la insulina o de ambos. Dentro de estas enfermedades se encuentra la Diabetes Mellitus Tipo 1 y 2.
¿Qué es la Insulina?
Esta es una hormona producida por las células beta del páncreas, necesaria para la utilización de los depósitos de energía corporales (hidratos de carbono, proteínas y grasa). Sin esta hormona o sin su correcto funcionamiento la glucosa en nuestra sangre no puede acceder al interior de nuestras células para poder ser transformada en energía. Las personas con diabetes no producen suficiente insulina y la deficiencia de insulina da lugar a una elevación de la glucosa en sangre (hiperglucemia).
Prediabetes
Las personas que se dice que tienen prediabetes son individuos que cursan con:
- Alteración de la Glucosa en Ayunas (Glucosa plasmática en ayunas, 100-125 mg/dl)
- Alteración de la Tolerancia a la Glucosa (glucemia de 140 a 199 mg/dl a las 2 h de sobrecarga)
- Puede presentar ambas o una hemoglobina A1C (A1C) del 5,7 al 6,4%.
Estos parámetros indican que se tiene un riesgo relativamente elevado para el desarrollo de diabetes y enfermedad cerebro vascular; por lo tanto, estas personas deben recibir orientación para adoptar estrategias como la reducción de la ingesta energética, la pérdida de peso y la actividad física para reducir sus riesgos.
Diabetes tipo 2
La diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) supone de un 90 a un 95% de todos los casos diagnosticados de diabetes y es una enfermedad progresiva que, en muchos casos, está presente mucho tiempo antes de ser diagnosticada.
La hiperglucemia se desarrolla gradualmente y en fases iniciales no suele ser tan grave como para que el paciente aprecie cualquiera de los síntomas clásicos de diabetes. Aunque no estén diagnosticados, estos individuos tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones.
Factores de riesgo para el desarrollo de Diabetes Mellitus Tipo 2
La mayor parte de las personas con diabetes mellitus tipo2 son obesas, y la obesidad por sí misma causa cierto grado de resistencia a la insulina. Las personas que no son obesas según los criterios de peso tradicionales pueden tener un aumento de proporción de grasa corporal distribuida predominantemente en la región abdominal; sin embargo, muchas personas obesas nunca desarrollan DMT2. Por ello, para que aparezca DMT2 puede ser necesaria una predisposición genética combinada con la obesidad.
Otros factores de riesgo son
- Antecedentes familiares de diabetes
- Edad avanzada
- Inactividad física
- Antecedentes de diabetes gestacional
- Prediabetes
- Hipertensión
- Dislipidemia
- Raza o etnicidad.
¿Qué que ocurre en nuestro cuerpo cuando tenemos esta enfermedad?
La diabetes mellitus tipo 2 se caracteriza por la combinación de resistencia a la insulina e insuficiencia de las células β que se encargan de producir insulina. Las concentraciones de insulina endógena pueden ser normales, bajas o elevadas, pero son insuficientes para compensar la resistencia a la insulina (disminución de sensibilidad o falta de respuesta de los tejidos a la insulina). Como consecuencia, se eleva la glucosa en sangre.
Pérdida de las células beta
La respuesta inflamatoria al exceso de peso, la resistencia a la insulina y la insuficiencia de las células β aparece aproximadamente entre 5 y 10 años antes de la elevación de la glucemia por encima de los valores normales. Cuando se diagnostica DMT2, se calcula que el paciente ya ha perdido aproximadamente entre el 50% y el 80% de función de sus células β.
Inicialmente existe un incremento compensador de la secreción de insulina (hiperinsulinemia) que mantiene las concentraciones de glucosa en límites normales o prediabéticos. En muchas personas, el páncreas es incapaz de continuar produciendo la insulina adecuada, aparece hiperglucemia y se hace el diagnóstico de diabetes.
Elevación de la glucosa en sangre
La hiperglucemia se manifiesta inicialmente como una elevación de la glucemia posprandial (después de una comida) causada por resistencia a la insulina a nivel celular, y se sigue de elevación de las concentraciones de glucosa en ayunas.
El problema se agrava por la toxicidad producida por los elevados niveles de glucosa, el efecto deletéreo de la hiperglucemia sobre la sensibilidad a la insulina y su secreción; de ahí la importancia de que las personas con DMT2 se encuentren lo más próximas posible a los niveles normales de glucosa.
Progresión de la enfermedad
Los defectos anteriores contribuyen al desarrollo y progresión de la diabetes mellitus tipo 2, y también son dianas fundamentales para el tratamiento. Las personas con DMT2 pueden presentar o no los síntomas clásicos de diabetes no controlada (polidipsia, poliuria, polifagia, pérdida de peso), pero no son propensas a desarrollar cetoacidosis salvo durante períodos de estrés intenso. La pérdida progresiva de función secretora de las células β significa que los pacientes con DMT2 requieren más medicación con el tiempo para mantener el mismo grado de control glucémico; finalmente, requerirán insulina exógena.
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