El ajo (Allium sativum L.) es una especie originaria de Asia central. Desde tiempos inmemoriales se utilizan los bulbos, tanto para su uso culinario como por sus propiedades terapéuticas.
Fue conocida por las culturas mediterráneas y en la Edad Media lo utilizaron para combatir la peste. Más tarde se conoció en el continente americano y en la actualidad se cultivan diversas variedades de ajo en numerosos países del mundo como España, Italia, Egipto, Argentina, México, Estados Unidos (California), China, India, etc.
Beneficios en la salud
En los últimos 30 años se han realizado numerosos estudios, tanto in vitro como in vivo, sobre la química y las propiedades farmacológicas del ajo. De esta manera, actualmente están documentadas muchas de sus propiedades, entre las que destacan:
- Acción antioxidante
- Hipolipemiante
- Antiaterogénica
- Antitrombótica
- Hipotensora
- Antimicrobiana
- Antifúngica
- Anticarcinogénica
- Antitumorogénica
- Inmunomoduladora.
Todas estas propiedades farmacológicas se atribuyen principalmente a sus componentes azufrados.
Beneficios sobre la salud del corazón
El ajo se ha utilizado desde la antigüedad tanto por sus aplicaciones culinarias como por sus múltiples propiedades medicinales. Actualmente, de acuerdo con numerosos ensayos clínicos, se puede considerar que el ajo puede ser eficaz en la prevención y tratamiento de la aterosclerosis debido a su efecto positivo en la normalización de los valores de lípidos, la reducción moderada de la presión arterial y su actividad fibrinolítica y antiagregante plaquetaria.
Efecto antioxidante
En numerosas investigaciones realizadas se ha demostrado que el ajo fresco y muchos de sus preparados poseen efecto antioxidante, por lo que se ha visto que son eficaces para inhibir la formación de radicales libres, refuerzan el mecanismo de captación de radicales endógenos, aumentan las enzimas antioxidantes celulares
Actividad inmunomoduladora
Estudios han demostrado que el ajo tiene varios efectos que aumentan la inmunidad, como la estimulación de la producción de linfocitos y la fagocitosis de macrófagos. También se ha demostrado que el ajo y sus componentes aumentan la actividad de las células natural killer.
Dosis recomendada
En cuanto a las dosis recomendadas, a pesar de que la dosis eficaz todavía no ha sido bien determinada, en general se recomienda para un adulto una dosis de unos 4 g al día de ajo o 300 mg de ajo pulverizado encapsulado dos o tres veces al día o 7,2 g de extracto de ajo envejecido al día.