IMPORTANCIA DE LA NUTRICIÓN
La nutrición es importante para mantener en correcto funcionamiento las diversas funciones que se llevan a cabo dentro de nuestro organismo. En el caso de niños, adultos y adultos mayores es indispensable el aporte de nutrientes adecuado. Por una parte los niños requieren nutrientes para un adecuado desarrollo y en el caso de adultos mayores, necesitan un mayor aporte de nutrientes en porciones de alimentos más pequeñas, para evitar un deterioro descontrolado de su salud.
Factores que afectan el sistema inmune
Con la edad comúnmente ocurren alteraciones en el sistema inmune; estas modificaciones se conocen como “inmunosenescencia”. Se trata de un fenómeno de disminución de la función que implica cambios en los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo.
Factores como la malnutrición y edad avanzada en las personas, hacen que los mecanismos de defensa del individuo estén afectados. El patrón observado en adultos mayores indica que la respuesta inmune disminuye a medida que avanza la edad; por lo que se produce una mayor susceptibilidad de esta población a sufrir un proceso infeccioso, a medida que se reduce la capacidad del sistema inmune, aumenta la posibilidad de que ocurra este proceso.
Otros factores
Otro factor de suma importancia son las personas que padecen sobrepeso y obesidad, los individuos obesos presentan una mayor susceptibilidad; a padecer infecciones y efectos negativos sobre los componentes del sistema inmune. Los cambios inmunológicos que se producen en la obesidad afectan tanto a la capacidad de desarrollar células inmunes como su capacidad de combate.
El tejido adiposo además de almacenar reservas energéticas en forma de grasa, es productor de hormonas, como la leptina que están muy relacionadas sobre la función inmune. Esta hormona aumenta la producción de linfocitos y estimula la producción de una sustancia que es inmunoprotectora. Las personas obesas no carecen de leptina, estudios demuestran que tienen niveles altos de ésta sin embargo si existe un fallo en el transportador de leptina que impide su acción.
En la actualidad está ampliamente aceptado el hecho de que la nutrición ejerce un papel muy importante en el desarrollo de la respuesta inmune. Estudios epidemiológicos y clínicos sugieren que cualquier deficiencia nutricional altera la inmunocompetencia (capacidad de reconocer celular extrañas y contrarrestar su efecto) e incremente la susceptibilidad a padecer infecciones.
Cambios en la nutrición, el estilo de vida o la suplementación de la dieta con micronutrientes (vitaminas y minerales) específicos puede ayudar a corregir estas alteraciones.
Corregir estas deficiencias nutricionales, así como los escenarios responsables de generación de estrés lleva consigo una mejoría en la respuesta inmune; por ejemplo la suplementación con cantidad extras de energía o dosis moderadas de micro y macronutrientes.
Con la edad se reduce el número de células de defensa provocando un mayor riesgo de contraer enfermedades, ademas las deficiencias nutricionales y factores que generan estrés (soledad; aislamiento social, perdida de un familiar) potencian y comprometen la estabilidad y fortaleza del sistema inmune.